Introducción La antigua periodización distinguía muy bien un siglo XVI renacentista de un XVII bautizado como siglo del Barroco, y se alegaban argumentos tomados de la historia cultural, de la historia religiosa y de la evolución política de los estados europeos. El siglo XVI aparecía como una unidad, cuyo carácter moderno reivindicó Hauser en una monografía famosa. Hoy las cosas nos aparecen menos claras (siempre ocurre así cuando se ahonda en la esencia de los hechos, porque son terriblemente complicados). En los aspectos estéticos se ha venido imponiendo el concepto de Manierismo como etapa intermedia entre el verdadero Renacimiento y el Barroco. El Manierismo correspondería, poco más o menos, a la segunda mitad del XVI, aunque con raíces anteriores y prolongaciones posteriores. Y no sólo en los aspectos estéticos aparece comprometida la unidad de aquella centuria; también en otros terrenos se advierten una serie de rupturas entre las décadas de los cuarenta y de...