Torrefacción de biomasa En la industria energética, la torrefacción se utiliza principalmente para transformar biomasa (madera, residuos agrícolas, etc.) en un producto seco y estable conocido como biocarbón o biomasa torrefactada. Durante el proceso, se eliminan el agua y los compuestos volátiles, y se descomponen parcialmente los biopolímeros (celulosa, hemicelulosa y lignina), lo que da como resultado un material más homogéneo, hidrofóbico (resistente a la humedad) y con mayor poder calorífico por unidad de masa. Esto facilita su almacenamiento, transporte y uso como combustible en aplicaciones de combustión y gasificación. Además, la torrefacción combinada con la densificación (peletización o briquetado) permite obtener pellets o briquetas que son más ligeros, secos y estables que la biomasa original.