Sujeto

Introducción

En la lógica tradicional, el “sujeto” es aquello de lo cual se dice o predica algo. En un enunciado como “Sócrates es hombre”, “Sócrates” constituye el sujeto, por cuanto de él se dice algo. Modernamente, sin embargo, se entiende por sujeto aquel lugar en donde se constituyen todas las “representaciones”. Se habla así de un “sujeto empírico” o “receptivo” que se limita a acoger pasivamente las representaciones que le vienen “de fuera” (sensaciones o impresiones) o de un “sujeto trascendental” (Immanuel Kant), activo, que ordena según sus propios mecanismos las representaciones. A partir de Kant se puede hablar de una filosofía “subjetiva”, por cuanto considera que todo conocimiento obtiene credenciales epistemológicas, toda vez que se averigua la “forma subjetiva” que posibilita su obtención. No es posible, por tanto, una reflexión válida si no se halla precedida de una exploración de sus “condiciones de posibilidad”: es decir, de una exploración de las “condiciones subjetivas” que la posibilitan. Para Kant, ese sujeto se identifica con la “razón humana en general”.

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