Residuos radiactivos

Origen y tipos

Las centrales de energía nuclear son las que mayor cantidad de estos productos generan, pero también muchas aplicaciones de la medicina, la industria, la investigación, etc. emplean isótopos radiactivos. En función de las concentraciones de radionucleidos que contienen y de la vida media de estos isótopos se distinguen dos grandes grupos de residuos radiactivos: los de baja y media actividad, por una parte, y los de alta actividad, por otra. Los residuos de baja y media actividad (RBMA) contienen isótopos emisores beta o gamma, cuyo periodo de desintegración es inferior a 30 años y no desprenden calor. Tienen diversas procedencias: industrias, centrales nucleares, hospitales, laboratorios, etc; y dejan de ser peligrosos para la salud en algunos cientos de años, por lo que pueden ser almacenados de manera definitiva en instalaciones en superficie o a poca profundidad. Dentro de esa categoría se encuentran también los residuos de muy baja actividad, que contienen radionucleidos en concentraciones muy bajas. Se generan en todas las instalaciones nucleares y radiactivas, y en determinadas condiciones una parte de ellos pueden ser gestionados como residuos convencionales.

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