En la mitología griega, hija del príncipe espartano o lacedomonio Icario y de la náyade Peribea. Era la esposa de Ulises, de quien tuvo por hijo a Telémaco. Al poco de nacer éste, Ulises marchó para participar en la guerra de Troya; luego, en su regreso, sufrió numerosos contratiempos. Durante esta larga ausencia, de veinte años, Penélope esperó pacientemente el retorno de su esposo, a pesar de los rumores que afirmaban que aquél había muerto, y a pesar de los muchos pretendientes que le exigían insolentemente que escogiera un marido entre ellos. Es célebre el ardid de que se valió para retrasar la decisión a este respecto, tal como lo cuenta Homero en su Odisea: prometió tomar esposo en cuanto terminara de tejer la mortaja de su suegro, Laertes; pero de noche deshacía la labor que había hecho de día. Cuando Ulises regresó por fin, bajo figura de mísero mendigo, no se dio a conocer a su esposa, aunque hablaba con ella y le sugería que propusiera a los...