Geografía Su nombre proviene de la piedra laja, abundante en el lecho de los ríos de la zona. La ciudad se emplaza en un entorno privilegiado, justo en la confluencia de dos de los cursos fluviales más importantes de Chile: el río Biobío, el más ancho del país, y el río Laja, que actúa como límite natural por el norte. Esta "Y" fluvial no solo define su paisaje, dominado por riberas, islotes y zonas de humedales, sino que ha marcado su destino histórico como punto de encuentro y frontera. Geográficamente, la comuna se caracteriza por un relieve de transición entre el llano central y las primeras estribaciones de la cordillera de la Costa, con suelos de origen fluvio-glacial y volcánico.