Nombre con que los griegos designaron la península Ibérica. Según testimonios de la antigüedad, su origen procedía del río Iber (Ebro). Sin embargo, los textos más primitivos sitúan un río Iber, que ha de identificarse con el Tinto o el Odiel, en el sudoeste de la Península Ibérica. También es el nombre dado por los antiguos al país de Transcaucasia, situado en el alto valle del río Kura. Formó parte del imperio persa, fue sometido luego por los sasánidas y más tarde convertido en provincia bizantina. Su historia posterior se confunde con la de la actual Georgia.