Proyecto Exiliado en Suiza durante la I Guerra Mundial, Igor Stravinski pasaba a fines de 1917 por una difícil situación económica. El triunfo de la Revolución Rusa había provocado la interrupción total del envío de recursos desde su país, y la guerra había prácticamente sumergido la creación artística en un impasse. En una de las reuniones que mantenía con sus amigos artistas, todos en la misma situación de precariedad, el compositor y el poeta suizo Charles Ferdinand Ramuz tuvieron la idea de crear un espectáculo ambulante con poco dinero para solucionar momentáneamente sus precarias finanzas. Con él querían recorrer toda Suiza, actuando incluso en pequeñas poblaciones. Acordaron que Ernest Arsermet dirigiría musicalmente el proyecto y René Auberjonois realizaría los decorados. Sólo les faltaba encontrar un empresario que financiara el proyecto, y lo hallaron en el mecenas Werner Reinhart, un amante de las artes y notable clarinetista aficionado, que financió el proyecto.