Argumento En pleno período reflexivo y de autocrítica, Fellini realizó la confesión personal de Otto e mezzo (1963), punto de inflexión en su carrera cinematográfica, y continuó la terapia en su siguiente filme, Giulietta de los espíritus, en la que implicó también a su mujer, la actriz Giulietta Masina, que interpreta en la película a su alter ego, Giulietta Boldrini, una rica burguesa romana casada con un importante relaciones públicas del que sospecha que tiene una aventura romántica con otra mujer. Giulietta, que pasa sus vacaciones en su villa de Fregene, cerca del mar, decide acudir a una reunión espiritista en la que uno de los fantasmas invocados le confirma la infidelidad de su marido. Sola y sin un confidente, siente la tentación de vivir sin inhibiciones. Una vecina suya, Susy, mujer de vida liberal, la invita a su villa donde celebra fiestas orgiásticas. Pero el sentido de culpa la hace huir y empieza a tener una serie de visiones y extraordinarias apariciones que la sumen en un mundo de fantasías alucinatorias, del que sólo consigue salir de la mano de un psicoanalista que la ayuda a empezar a afrontar la batalla con sus propios condicionantes, tentaciones y fantasmas.