[.....] Fiódor DostoyevskiFiodor Mijáilovich Dostoievski. Fotografía.Nacimiento11 de noviembre de 1821Moscú Imperio rusoDefunción9 de febrero de 1881San Petersburgo Imperio rusoOcupaciónNovelista, escritor de cuentos, ensayistaNacionalidad rusaPeríodo1846–1881Lengua de producción literariarusoLengua maternarusoGéneroNovelaObras notablesMemorias del subsueloCrimen y castigoEl idiotaLos hermanos KaramazovCónyugeMaria Dmítriyevna Isáyeva (1857-1864) [fallecimiento] Anna Grigórievna Snítkina (1867–1881) [fallecimiento]DescendenciaSofia (1868), Lyubov (1869-1926), Fiódor (1871-1922) y Alexei (1875-1878) Introducción Creador de personajes conflictivos y atormentados que reflejaban las contradicciones del alma humana y su aspiración a la pureza, Fiódor Dostoyevski elaboró una magna obra narrativa por la que sería considerado uno de los novelistas más geniales de la literatura universal de todos los tiempos. Biografía breve Fiódor Mijáilovich Dostoyevski nació en Moscú el 11 de noviembre (30 de octubre según el calendario juliano) de 1821. Hijo de un médico de carácter estricto, estudió Ingeniería militar en San Petersburgo y Moscú (1838-1843), pero aunque comenzó a ejercer esta profesión, en 1844 la dejó para dedicarse de lleno a la literatura. Las necesidades económicas lo impulsaron a escribir con inagotable energía. En 1846 apareció su primera obra, Biédnie liudi (1846; Pobres gentes), novela epistolar que mostraba ya la capacidad del autor para el análisis psicológico y que tuvo un enorme éxito de crítica —en particular fue saludada con entusiasmo por el crítico Belinsky— y público. La influencia de Nikolái Gógol se apreció en sus obras posteriores, que no obstante no obtuvieron el favor alcanzado por la primera. Animado por aquel buen resultado, publicó una nueva obra, Dvoinik (1846; El doble), relato que, tal vez por la complejidad espiritual con que retrataba a un personaje aquejado de manía de persecución, recibió una fría acogida. Sus siguientes publicaciones tampoco tuvieron éxito; quizá hubiera podido alcanzarlo con una extensa novela que tenía proyectada, Niétoshka Nezvánova (1849), pero cuando sólo se habían publicado los tres primeros capítulos, Dostoyevski fue detenido acusado de conspiración contra el zar, lo que puso fin a la primera etapa de su actividad literaria. En efecto, su simpatía por los desgraciados y oprimidos le llevó a intervenir en el círculo Petra'evskij, que se limitaba a una labor de discusión en torno a temas políticos y sociales, sin alcance alguno fuera de su ambiente. Con todo, el zar Nicolás I de Rusia condenó a muerte a todos los miembros del círculo, sentencia que, en su caso, fue conmutada, tras un simulacro de fusilamiento, por la del exilio en Siberia. Los cuatro años siguientes transcurrieron para el novelista en el destierro de Siberia, adonde había sido enviado para realizar trabajos forzados. Esto, junto con la terrible experiencia del simulacro de fusilamiento, acentuó su epilepsia. Durante esos años, además de estar imposibilitado para escribir, conoció el pueblo sencillo ruso, lo que le llevó a abjurar de sus ideas revolucionarias, que sustituyó, tras refugiarse en la lectura de la Biblia —que le inspiró una nueva fe en Cristo—, por las de una vuelta a la transformación interior del hombre basada en la observación de los preceptos expresados en el Nuevo Testamento, lo que proporcionaría a su obra posterior un enfoque espiritual totalmente distinto. En 1854, una vez liberado, tuvo que incorporarse al regimiento disciplinario de Semipalátinsk, donde pudo reanudar su carrera literaria. A partir de ese momento, y tras contraer matrimonio con una joven viuda, Maria Isaeva, en 1857, comenzó su etapa más brillante como novelista. En 1859, de regreso en San Petersburgo, coincidiendo con la aparición de una nueva novela, Stepancíkovo, fundó, en colaboración con su hermano Mijaíl, la revista Vremia. Fue en ella donde publicó Zapiski iz miórtvovo doma (1861-1862; Recuerdos de la casa de los muertos), evocación de su experiencia siberiana que proporcionó gran popularidad a la revista y devolvió a Dostoyevski su anterior prestigio. [.....]