Instalación diseñada específicamente para llevar a cabo la cremación de cuerpos, es decir, el proceso de reducir un cadáver a cenizas mediante la aplicación de calor intenso. En su interior se encuentran uno o varios hornos industriales, llamados hornos crematorios o retortas, que pueden alcanzar temperaturas superiores a los 800°C y, en ocasiones, hasta cerca de 1000°C, descomponiendo el cuerpo en un periodo de entre una y tres horas, dependiendo de factores como el tamaño del cuerpo y el tipo de ataúd empleado. Estas instalaciones suelen estar equipadas con salas para ceremonias de despedida, donde familiares y amigos pueden reunirse antes de la cremación, así como con áreas para la preparación y el manejo de los restos. Una vez finalizada la cremación, los restos óseos se enfrían, se procesan para convertirlos en cenizas y se entregan a la familia en una urna cineraria. Los crematorios modernos cuentan con sistemas de control de gases y energía para minimizar el...