Introducción Consilium (de los prudentes) aparece en el Derecho romano contrapuesto a voluntas (de los pretores) (Cicerón, Pro Cecina 19,56). El magistrado se aconseja de los juristas. Según Tito Livio (1,49,4), Tarquino el Soberbio cayó porque cognitiones capitalium rerum sine consiliis per se solus exercebat. Los emperadores han recibido también el consilium de los juristas más destacados a título de amici; Adriano tecnificó este consilium Principis, integrando en él a jurisconsultos y a un nuevo tipo de funcionarios: los praefecti; se unieron entonces Derecho y Administración. Diocleciano lo organizó como consistorium, y sus miembros fueron designados proceres.