Historia San Felipe Neri se propuso infundir un nuevo espíritu en la vida del clero secular de su tiempo y de Roma. Las prácticas en las que este nuevo espíritu se cristalizó, fueron aprobadas, como reglas, por el papa Paulo V (breve Christi fidelium del 24-II-1612). Unos años antes, Gregorio XIII, por la bula Copiosus in misericordia, 1-VII-1575, concedió al grupo de sacerdotes que rodeaban a Felipe Neri la iglesia de Santa María in Vallicella para que fueran ensayando en ella su nuevo estilo de vida. Así quedó instituida la Congregación del Oratorio de la ciudad de Roma.