Antecedentes Existen unos acontecimientos claves anteriores a su creación que fueron la base de la organización. En 1919 nació la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra, y un año más tarde, en 1920, se constituyó en La Haya (Holanda) la Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos (CSIC). En 1952, a raíz de la fundación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, se agruparon los sindicatos libres de mineros y obreros metalúrgicos de los Estados miembros. De igual modo, en 1958, con la Comunidad Económica Europea (CEE), se creó en Bruselas el Secretariado Sindical Europeo. En 1960, con la constitución de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELI), las confederaciones sindicales de los países miembros establecieron un comité de enlace. A finales de los sesenta, el Secretariado Sindical Europeo pasó a ser la Confederación Europea de Sindicatos Libres (CESL). En 1968, durante el 16 Congreso celebrado en Luxemburgo, la Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos (CSIC) se transformó en la actual Confederación Mundial del Trabajo (CMT).