Cine italiano
Escena de El ladrón de bicicletas (1948), de Vittorio de Sica. Aunque el 11 de noviembre de 1895 el pionero Alberini patentó el Cinetógrafo, fue el invento de Louis Lumière el que se popularizó en Italia, en parte gracias al transformista Fregoli. En 1905 Alberini fundó los primeros estudios en Roma. Como centro de producción la capital competía con Turín, donde operaron Ambrosio y Pastrone. Pronto fue predominante el espectáculo histórico: La caída de Roma (1905), Los últimos días de Pompeya (1908), Quo Vadis? (1913), Cabiria (1914), género de éxito popular sólo igualado por el drama pasional que, desde Pero mi amor no muere (1913), creó la primera mitología de la mujer fatal y encumbró a las primeras divas (Lyda Borelli, Francesca Bertini, etc.). A estas tendencias, cuya influencia reaparecerá intermitentemente en el cine italiano (en géneros como el melodrama y el peplum, que en la década de 1950 y principios de la de 1960 tendrán en V. Cottafavi a su más...
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