Catedral de Toledo

Historia

Es la mayor de las tres y, sin duda, la que contiene mayor número de obras de arte. Fue iniciada en 1227, siendo arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada; el autor de la traza fue el maestro Martín, activo en Toledo entre 1227 y 1234, y continuó la construcción Petrus Petri, que ya había trabajado en Burgos y en León, y al que se debe, según parece, la solución de una doble girola en la que se alternan tramos rectangulares y triangulares. La catedral, que mide 113 m de longitud, 43 m de altura y 57 m de ancho, consta de cinco naves con triforio de arcos lobulados, crucero no pronunciado y deambulatorio, en el que se abren numerosas capillas, así como en las naves laterales. Los últimos tramos de la bóveda de la catedral fueron cerrados en 1493. En el lugar en el que se alzó la nueva catedral ya había existido un templo visigótico, dedicado por el rey Recaredo a la Virgen María. Cuando la ciudad fue conquistada por los árabes, en su lugar se levantó una gran y rica mezquita, de la que se conservan algunos elementos en la catedral cristiana (al parecer las 52 columnas de jaspe del trascoro).

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