Románico Los primeros monumentos holandeses de interés datan del s. IX y son, en su mayor parte, monasterios benedictinos (abadía de Egmont, fundada hacia 889 por monjes de San Bavón de Gante). Quedan pocos restos de los numerosos monasterios cistercienses: iglesia de Roermond, con cúpulas y cuatro torres (fundada en 1218), e iglesia de Rolduc (1143-1153). A una época un poco más tardía pertenecen la iglesia de San Nicolás, en Deventer, y las de San Servasio (1240) y Santa María (ss. XI-XIII), en Maastricht.