Zalacaín: 14
Zalacaín el aventurero Libro Segundo: Andanzas y correrías Capítulo IV de Pío Baroja HISTORIA CASI INVEROSÍMIL DE JOSHÉ CRACASCH Los dos días siguientes estuvo lloviendo y se pasó la partida en la venta haciendo algunos reconocimientos por los alrededores. Ni Zalacaín ni Bautista vieron al cura. Sin duda éste no se presentaba más que en las circunstancias graves. Como era natural entre tanta gente inactiva, se pasaron las horas al lado del fuego hablando y contando diversos episodios y aventuras. Había en la partida un muchacho de Tolosa, muy melancólico, cuyas únicas ocupaciones eran mirarse a un espejito de mano y tocar el acordeón. Este muchacho se llamaba José Cacochipi y algunos, a sus espaldas, le decían José Cracasch o sea en castellano José Manchas. Martín y Bautista le preguntaron varias veces qué le pasaba para estar tan triste, si es que le dolían las muelas, si tenía las digestiones lentas, disgustos de familia o algún desorden en la vejiga;...
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