EN estos últimos años, a sus ochenta, Newton sigue conservándose fuerte pero su edad requiere mayor reposo. Ha padecido continencia de orina a causa de la existencia de cálculos en la vejiga y para detener su dolencia necesita cuidados especiales. En 1725, tras ser presa de un violento resfriado que se le ha complicado con inflamación de los pulmones, en el pueblo de Kensington, se le ha recomendado permanecer allí. La casa del pueblo de Kensignton la ha adquirido este mismo por exigencias de su salud. Necesitaba respirar aire fresco y olvidar los trabajos de la Casa de la Moneda. El siguiente mes del resfriado sufre un fuerte ataque de gota; luego se produce ligera mejoría en su estado. Los días transcurren en Kensington tranquilamente. Permanece en contacto con el mundo de la capital a través de la publicación semanal que le llega. El reposo le ha sentado muy bien, hasta el punto de que en febrero de 1727 expresa su deseo de asistir a la Royal Society a presidir una...