Suspenso aquel divino movimiento

Suspenso aquel divino movimiento de Lope de Vega De Cupido y Lucinda Soneto 148    Suspenso aquel divino movimiento del sol de sus estrellas celestiales, encendida la nieve en dos corales, al pie de un lauro, haciendo son el viento,    durmió Lucinda, y el Amor atento a la causa amorosa de mis males, dijo, alzando la voz, palabras tales que parece que hurtó mi pensamiento:    «Venus, hermosa y dulce madre mía, con Psiques andarás de nuevo en puntos; ésta es cárcel de amor, ya tengo dueño».    Oyó Lucinda lo que Amor decía, y abrazando al rapaz, durmieron juntos para quitarme eternamente el sueño. Sonetos - Parte II de Lope de Vega Versos de amor, conceptos esparcidos - Cuando imagino de mis breves días - Cleopatra a Antonio en oloroso vino - Era la alegre víspera del día - Sirvió Jacob los siete largos años - Al sepulcro de Amor, que contra el filo - Estos los sauces son y ésta la fuente...

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