Página:Manual alfabético del Quijote.djvu/38
<pagequality level="3" user="LadyBots" /> — 32 — que infundió Dios sueño en Adan, y que estando durmiendo, le sacó una costilla del lado siniestro, de la cual formó á nuestra madre Eva, y asi como Adan despertó y la miró dijo: esta es carne de mi carne y hueso de mis huesos. Y Dios dijo: por esta dejará el hombre á su padre y madre, y serán dos en una carne misma; y entonces fue instituido el divino sacramento del matrimonio con tales lazos que sola la muerte puede desatarlos. Y tiene tanta fuerza y virtud este milagroso sacramento, que hace que dos diferentes personas sean una misma carne; y aun hace mas en los buenos casados, que aunque tienen dos almas no tienen mas de una voluntad; y de aqui viene que como la carne de la esposa sea una misma con la del esposo, las manchas que en ella caen, ó los defectos que se procuran, redundan en la carne del marido, aunque él no haya dado, como queda dicho, ocasion para aquel daño: porque asi como el dolor del pie ó...
Está viendo el 46% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas