Montes de Oca : 22
Montes de Oca Capítulo XXII de Benito Pérez Galdós Como se le señaló la ruta de Soria y Alfaro, no había que contar por el momento con una escapadita a La Guardia. Divertido habría sido para Ibero el viaje si el hombre se encontrara en mejor disposición de ánimo, porque sus compañeros Clavería y Seisdedos eran los caracteres más abonados para la vida de bromas y regocijo: de un viaje molesto y con mil peripecias fastidiosas hacían un divertido Carnaval. La caminata por pueblos alcarreños y sorianos fue una continuada serie de escenas cómicas, incluyendo en este género, no sólo los encuentros felices, los galanteos y comilonas, sino también los peligros, retrasos, vuelcos y fatigas. Pasaron el Ebro por Alfaro, y ansiosos del descanso que sus molidos cuerpos necesitaban, siguieron hasta la nobilísima ciudad de Olite, asentada en un llano fértil. En la corta guarnición encontraron no pocos amigos, entre ellos Baldomero Galán, Gobernador militar de la plaza,...
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