Medalla... de perro chico
Medalla... de perro chico de Leopoldo Alas ¿Que no conocen ustedes a la de Casa-Pinar? ¡Pues si no se ve por ahí otra cosa! Ella es la golondrina que sí hace verano. En cuanto asoma agosto, se presenta Agripina Pinillos, hija de la marquesa viuda, y pontificia, de Casa-Pinar. Es una golondrina que no viene de África, a no ser que África empiece en Pajares. Viene de tierra de Campos o cosa así: es hige life... de tierra, y, a todo tirar, de Toro. Todos los veranos aparece con una protesta que no se le cae de los labios, a saber: que por milagro de Dios no está en San Sebastián o en Ostende o en Corls..., eso, en fin, donde la señora de Cánovas. Todavía da la mano como se daba el año ochenta y tantos, es decir, como quien da una coz con los remos delanteros. Si no fuese por la moda, ese ídolo que reconocieron los griegos, la de Casa-Pinar sería una perfecta hermosura. No es la Venus Urania, es la Venus... snob. Sí; representa el snobismo... de cabotaje. Porque...
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