Los tres mosqueteros: Capítulo XLVIII
Los tres mosqueterosAsunto de familia de Alejandro Dumas (padre) Athos había encontrado la palabra: asunto de familia. Un asunto de familia no estaba sometido a la investigación del cardenal; un asunto de familia no afectaba a nadie; uno podía ocuparse ante todo el mundo de un asunto de familia. Desde luego, Athos había dado con la palabra: asunto de familia. Aramis había dado con la idea: los lacayos. Porthos había dado con el medio: el diamante. Unicamente D'Artagnan no había dado con nada, él que solía ser el más inventivo de los cuatro; pero también hay que decir que el solo nombre de Milady lo paralizaba. Ah, sí, nos equivocamos: había dado con comprador para el diamante. El almuerzo en casa del señor de Tréville fue de una alegría encantadora. D'Artagnan tenía ya su uniforme; como era poco más o menos de la misma talla que Aramis, y como Aramis, pagado con largueza, como se recordará, por el librero que le había comprado su poema, había hecho el doble...
Está viendo el 3% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas