Los tres mosqueteros: Capítulo LXIII
Los tres mosqueterosGota de agua de Alejandro Dumas (padre) Apenas había salido Rochefort, volvió a entrar la señora Bonacieux. Encontró a Milady con el rostro risueño. -Y bien - dijo la joven - lo que vos temíais ha llegado, por tanto; esta noche o mañana el cardenal os envía a recoger. -¿Quién os ha dicho eso, niña mía? - preguntó Milady. -Lo he oído de la boca misma del mensajero. -Venid a sentaros aquí a mi lado - dijo Milady. -Ya estoy aquí. -Esperad que me asegure de si alguien nos escucha. -¿Por qué todas estas precauciones? -Ahora vais a saberlo. Milady se levantó y fue a la puerta la abrió, miró en el corredor y volvió a sentarse junto a la señora Bonacieux. -Entonces - dijo ella-, ha interpretado bien su papel. -¿Quién? -El que se ha presentado a la abadesa como enviado del cardenal. -Era entonces un papel que representaba? -Sí, niña mía. -Ese hombre no es entonces... -Ese hombre - dijo Milady bajando la voz - es mi hermano. -¡Vuestro...
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