Los tres mosqueteros: Capítulo LV
Los tres mosqueterosCuarta jornada de cautividad de Alejandro Dumas (padre) Al día siguiente, cuando Felton entró en la habitación de Milady, la encontró de pie, subida sobre un sillón, teniendo entre sus manos una cuerda tejida con la ayuda de algunos pañuelos de batista desgarrados en tiras trenzadas unas con otras atadas cabo con cabo; al ruido que Felton hizo al abrir la puerta, lady saltó con presteza al pie de su sillón, y trató de ocultar tras ella aquella cuerda improvisada que sostenía en la mano. El joven estaba aún más pálido que de costumbre, y sus ojos enrojecidos por el insomnio indicaban que había pasado una noche febril. Sin embargo, su frente estaba armada de una serenidad más austera que nunca. Avanzó lentamente hacia Milady, que se había sentado, y cogiendo un cabo de la trenza asesina que por descuido, o adrede quizá, ella había dejado ver: -¿Qué es esto, señora? - preguntó fríamente. -¿Esto? Nada - dijo Milady sonriendo con esa...
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