Los Miserables: III.6.2

Los MiserablesTercera parte: "Marius"Libro sexto: "La conjunción de dos estrellas"Capítulo II: Efecto de la primavera de Víctor Hugo Un día el aire estaba tibio y el Luxemburgo inundado de sombra y de sol; el cielo puro como si los ángeles lo hubieran lavado por la mañana; los pajarillos cantaban alegremente posados en el ramaje de los castaños. Marius había abierto toda su alma a la naturaleza; en nada pensaba, sólo vivía y respiraba. Pasó cerca del banco; la joven alzó los ojos, y sus miradas se encontraron. ¿Qué había esta vez en la mirada de la joven? Marius no hubiera podido decirlo. No había nada y lo había todo. Fue un relámpago extraño. Ella bajó los ojos; él continuó su camino. Lo que acababa de ver no era la mirada ingenua y sencilla de un niño; era una sima misteriosa que se había entreabierto, y luego bruscamente cerrado. Hay un día en que toda joven mira así. ¡Pobre del que se encuentra cerca! Esta primera mirada de un alma que no se conoce...

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