Los Miserables: I.4.3

Los MiserablesPrimera parte: "Fantina"Libro cuarto: "Confiar es a veces abandonar"Capítulo III: La alondra de Víctor Hugo No basta ser malo para prosperar. El bodegón marchaba mal. Gracias a los cincuenta francos de la viajera, Thenardier pudo evitar un protesto y hacer honor a su firma. Al mes siguiente volvieron a tener necesidad de dinero y la mujer empeñó en el Monte de Piedad el vestuario de Cosette en la cantidad de sesenta francos. Cuando hubieron gastado aquella cantidad, los esposos Thenardier se fueron acostumbrando a no ver en la niña más que una criatura que tenían en su casa por caridad, y la trataban como a tal. Como ya no tenía ropa propia, la vistieron con los vestidos viejos desechados por sus hijas; es decir con harapos. Por alimento le daban las sobras de los demás; esto es, un poco mejor que el perro, y un poco peor que el gato. Cosette comía con ellos debajo de la mesa en un plato de madera igual al de los animales. Su madre escribía, o mejor...

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