Los Apostólicos : 18
Los Apostólicos : 18 de Benito Pérez Galdós Veamos ahora lo que pasó aquella noche. Jenara tomó asiento en el despacho del señor D. Felicísimo, y Pipaón, acercándose a este, le habló un poco al oído para contarle lo que a la dama le pasaba. A cada dos palabras que oía, D. Felicísimo articulaba una especie de chillido, un ji ji, que más tenía de suspiro que de interjección y que al mismo tiempo expresaba hipo y burla. -Bueno, bueno -murmuró el anciano moviendo la cabeza en ademán de conciliación-. En mi casa no será molestada; yo le respondo de que no será molestada, ji ji. -Gracias -dijo la dama secamente tratando de darse aire con los restos de su abanico. -El Sr. D. Miguel de Baraona y yo fuimos muy amigos -añadió Carnicero, volviendo a Jenara su faz plana, fría, sin expresión de sentimiento alguno-, pero muy amigos. Cuando aquellas cuestiones de la Santa Iglesia...
Está viendo el 6% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas