Las mil y una noches:786
Las mil y una noches - Tomo V y cuando llego la 820ª noche de Anónimo Y CUANDO LLEGO LA 820ª NOCHE Ella dijo: ... y al punto el gran visir introdujo en la sala del trono al jeique extranjero. Y en verdad que el hombre que entró más bien era la sombra de un hombre que una criatura viva entre las criaturas. Y suponiendo que se le pudiese echar una edad, habría que calcularla por centenares de años. Por todo vestido flotaba sobre su grave desnudez una barba prodigiosa, mientras un ancho cinturón de cuero blando ceñía su cintura apergaminada. Y se le habría tomado por algún antiquísimo cuerpo semejante a los que a veces extraen de las sepulturas graníticas los labradores de Egipto, si no le ardiesen en la faz, por debajo de sus cejas terribles, dos ojos en que vivía la inteligencia. Y el puro anciano, sin inclinarse ante el sultán, dijo con una voz sorda que nada tenía de voz de la tierra: "¡La paz sea contigo, sultán Mahmud! Me envían a ti mis hermanos los...
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