La Segunda Guerra Mundial. De Stalingrado a Normandía

La colaboración

Ante todo, y por encima de decisiones adoptadas coyunturalmente debido a la situación impuesta por la guerra, es preciso destacar la presencia de elevados contingentes de potenciales colaboracionistas en el interior de todos los países afectados. Estarían compuestos por una fracción mayoritaria de los sectores sociales conservadores, aún dentro de aquellos que habían hecho del nacionalismo su lema de pensamiento y actuación. De hecho, el conservadurismo del período de entreguerras en ningún momento había manifestado un talante opuesto al auge de los autoritarismos de signo reaccionario que por entonces habían proliferado sobre Europa, antes bien, habían constituido un sólido puntal de apoyo para los mismos. Ahora, la fuerza del ocupante alemán se presentaba a su visión como un eficaz dique de contención contra el permanentemente temido y odiado revolucionarismo.

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