La lucha por la vida II: 022
none Pág. 022 de 121 La lucha por la vida II Primera parte Pío Baroja -¿Qué quería usted, caballero? ¿Era usted el que tenía que hablarme de un asunto de familia? ¿Usted? Otro cualquiera hubiera sentido ganas de estrangular al viejo. Peñalar, no; los casos difíciles eran los de su incumbencia, los que a él más le gustaban. Comenzó a hablar, sin desconcertarse con las miradas inquisitoriales del comerciante. Manuel le escuchaba lleno de admiración y de espanto. Veía que el comerciante iba cargándose de cólera por momentos. Peñalar hablaba impertérrito. Él era una pobre alma cautiva, un sentimental, un idealista, ¡oh! , dedicado a la enseñanza de la juventud, de esa juventud en cuyo seno se guardaban los gérmenes regeneradores de la patria. Él sufría mucho, mucho; había estado en el hospital; ¡un hombre como él, conocedor del francés, del inglés, del alemán, que tocaba el piano; un hombre como él, emparentado con toda la aristocracia del...
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