La lucha por la vida I: 051
IX 051 Pág. 051 de 97 La lucha por la vida I Segunda parte Pío Baroja Una historia inverosímil - Las hermanas de Manuel - Lo incomprensible de la vida Era ya a principios de otoño; Leandro, por consejo del señor Ignacio, vivía con su abuela en la calle del Aguila; la Milagros seguía en relaciones con el Lechuguino. Manuel abandonaba a Vidal y el Bizco en sus escaramuzas y se juntaba con Rebolledo y los dos Aristas. El mayor, el Aristón, le entretenía y le aterrorizaba contándole cosas lúgubres de cementerios y aparecidos; el Aristas pequeño seguía en sus ejercicios gimnásticos; había hecho un trampolín con una tabla puesta sobre un montón de arena, y allí aprendía a dar saltos mortales. Un día apareció en el Corralón don Alonso, el ayudante del Tabuenca, acompañado de una mujer y de una niña. La mujer parecía vieja y cansada; la niña era larguirucha y pálida. Don Alonso las acomodó en un chiscón del patio pequeño. Traían un fardelillo...
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