Ivanhoe: Capítulo II
Ivanhoe de Walter Scott «Era un prior no más; pero cualquiera de ser mitrado le creyera digno.» Chaucer A pesar de las continuas reconvenciones de Gurth, Wamba seguía su marcha lentamente, porque cuando oyó que la cabalgata se acercaba a ellos, deseando ver quiénes venían, empezó a aprovechar cualquiera ocasión de detenerse que se Je presentaba; como a coger alguna avellana no bien madura, o a hablar a cualquiera aldeana que encontraba en el camino. No tardaron en alcanzarlos los caminantes, que eran diez. Al frente de la cabalgata iban dos personas, al parecer de alta importancia, y las otras ocho componían la comitiva de las imeras. Muy fácil era conocer el estado y calidad de uno de los personajes, pues a primera vista se divisaba que era un eclesiástico de alto rango. Vestía el hábito de la Orden del Cister; ero más fino de lo que sus estrictas reglas permitían, pues era de paño de Flandes. La fisonomía del religioso era regular, y jodo su exterior...
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