Introducción Julio César
«SE dice que fue de estatura alta, de tez blanca, de miembros proporcionados, un poco lleno de rostro, de ojos negros y penetrantes, de salud robusta, aunque en los últimos tiempos solía tener síncopes repentinos y se despertaba del sueño con pesadillas… Excesivamente cuidadoso de su persona, no se limitaba a que lo afeitasen y le cortaran el pelo, sino que incluso se hacía depilar, lo que le valió los reproches de algunos, habiendo experimentado no pocas veces que este defecto provocaba las burlas de sus detractores. También tenía costumbre de peinar hacia adelante sus pocos pelos, y entre todos los honores que decretaron para él el Senado y el pueblo, el que recibió con más agrado y del que más alardeó fue el derecho a llevar en toda ocasión una corona de laurel. Dicen que también era notable por su vestimenta; se cuenta que llevaba una túnica que le bajaba hasta las manos y que siempre se ceñía a la cintura flojamente...» Parece que nos halláramos ante la...
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