Introducción ¿CUÁL era la situación de la ciudad a la llegada de César? Bajo el signo de la corrupción, de la prepotencia de las familias ricas y de la miseria cada vez más acentuada de las clases populares, dos partidos se enfrentaban por el poder: el aristocrático de los sucesores y seguidores de Sila, y el popular de los partidarios de Mario; pero ambos, sin cabeza visible, dirigidos por hombres mediocres y ocasionales que buscaban antes el medro personal que la realización de un verdadero programa de gobierno, languidecían en el recuerdo de sus desaparecidos dirigentes. Un senador llegó a decir que «por aquellos meses Roma se gobernaba sola, con la sabiduría política que sus viejas piedras habían ido acumulando».