I. Un vendedor de cuadros

31/01/2011 2.225 Palabras

Una larga y reveladora correspondencia A pesar de llevarle cuatro años, Vincent tenía en Théo su mejor amigo —quizá su único amigo—. Y al revés: Vincent era para Théo algo más que el «hermano mayor». Tenían muchas cosas que contarse, y no sólo porque los dos trabajaran en el mismo negocio. Junto a reflexiones sobre las obras de los más diversos pintores, los dos hermanos profundizaban en los temas más difíciles de la vida. (Y digamos que toda su correspondencia se conserva y ha servido de base para reconstruir gran parte de la vida de Van Gogh). Ricas en anécdotas y descubrimientos profundos, son cartas escritas con absoluta espontaneidad, con pasión y hasta con desorden.

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info