El amigo Manso: 49
El amigo Manso Capítulo XLIX de Benito Pérez Galdós Capítulo XLIX - Aquel día me puse malo ¡Qué casualidad! Me refiero al día de la boda. Yo no quise ir... Convengamos en que me entró un fuerte pasmo que me retuvo en cama. Llovía mucho. Del cielo caía una tristeza gris, en hilos fríos que susurraban azotando el suelo. Por doña Javiera, que subió a verme cuando concluyó todo, supe que no había ocurrido nada de particular, más que la obligada ceremonia, los latines, la curiosidad de los concurrentes, el almuerzo en la casa nueva y la partida de los dichosos para no sé dónde... Creo que para Biarritz o para Burgos o Burdeos. Ello era cosa que empezaba con B. La paradita no hace al caso. Me levanté en seguida, completamente restablecido, con asombro de doña Javiera, que me notificó su resolución de vivir desde el siguiente día en la nueva casa. Hablamos de Irene, y mi vecina me confesó que empezaba a serle agradable, que yo tenía quizás razón al...
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