El amigo Manso: 41
El amigo Manso Capítulo XLI de Benito Pérez Galdós Capítulo XLI - La pícara se sentó con la espalda a la luz Había entornado las maderas del balcón para atenuar la viva claridad del día, y de esta manera su rostro estaba en sombra. Todos estos procedimientos denotaban su práctica en el arte del disimulo. «Vamos a ver, ¿cuándo vio usted por primera vez a Manuel Peña?». Inclinado el rostro sobre la costura, yo no podía verla bien mientras me contestaba con humilde voz de escolar: «Una noche, cuando entró con usted en el comedor a tomar un refresco...». -¿Habló él con usted en aquellos días? -No señor... Una tarde... yo entraba del paseo con las niñas, él salía, bajaba la escalera... No sé cómo tropecé y me caí. -Una tarde... Y yo, ¿dónde estaba esa tarde? -Se había quedado usted en el portal, hablando con un catedrático amigo suyo. -Y poco más o menos, ¿cuándo ocurrió eso? -Antes de Navidad... Después le vi otra tarde que salí con...
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