Brenda : 26
Brenda : 26Cantarela de Eduardo Acevedo Díaz Dejamos a la joven pescadora caída y sin conocimiento, delante del lecho en que expirara de una manera suave y tranquila Carlo Roveda, en altas horas de una noche. Su grito de suprema angustia, al palpar la lúgubre realidad, atrajo inmediatamente al aposento mortuorio las personas reunidas en el de las redes; quienes, olvidando en ese instante sus prevenciones y severidades, coincidieron en el impulso espontáneo de lamentarse por el muerto y de compadecer al infortunio. Levantaron, pues, el cuerpo inerme de Cantarela y lo colocaron en su propio lecho, en la pieza del fondo, por ella abandonada hacía tantos días: la pobre ribereña volvía a ocupar, enmedio de un espasmo, lo que creyera dejar tal vez para siempre, enmedio de un delirio. Dos o tres mujeres del barrio, de buenas entrañas, provistas de asafétida y vinagre, y de un celo laudable, emprendieron la tarea de restablecer su...
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