Blancos y verdes álamos, un día

Blancos y verdes álamos, un día de Lope de Vega Soneto 124    Blancos y verdes álamos, un día vi yo a Lucinda a vuestros pies sentada, dándole en flores su ribera helada el censo que a los suyos le debía.    Aquí pedazos de cristal corría esta parlera fuente despeñada, y la voz de Narciso enamorada, cuanto ella murmuraba, repetía.    Aquí le hurtaba el viento mil suspiros, hasta que vine yo, que los detuve porque era el blanco de sus dulces tiros.    Aquí tan loco de mirarla estuve que, de niñas sirviendo a sus zafiros, dentro del sol sin abrasarme anduve. Sonetos - Parte II de Lope de Vega Versos de amor, conceptos esparcidos - Cuando imagino de mis breves días - Cleopatra a Antonio en oloroso vino - Era la alegre víspera del día - Sirvió Jacob los siete largos años - Al sepulcro de Amor, que contra el filo - Estos los sauces son y ésta la fuente - De hoy más las crespas sienes de...

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