Amadeo I : 12
Amadeo I : 12 de Benito Pérez Galdós Sí; tan ligera, que la conocí antes de media noche en el escenario, y a la madrugada estábamos ya casados requetecivilmente... No debería yo contar estas cosas; pero allá van para descargar mi conciencia, mostrando a mis lectores la locura de aquellos años juveniles. Confieso mis pecados con la mira saludable de que en ellos se vea la procedencia de mis fieros quebrantos y desdichas, y de ello tome ejemplo la juventud para que se aparte de los caminos que no conducen a la moral... Pues, señor, llevaba yo media semana en las alegrías de príncipe consorte, cuando una tarde me encontré en la Plaza de Matute con aquella Lucrecia de quien ya hice mención, bonita y vaporosa rubia bermeja amiga de Felipa..., la que conocí asociada a un jugador de oficio que llevaba la pechera y los dedos cuajados de brillantes. Al jugador le había salido la mala, y se lo llevaron los demonios....
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