A una dama burlada
A una dama burlada de José de Espronceda Dueña de rubios cabellos, Tan altiva, Que creéis que basta el vellos Para que un amante viva Preso en ellos El tiempo que vos queréis; Si tanto ingenio tenéis Que entretenéis tres galanes, ¿Cómo salieron mal hora, Mi señora, Tus afanes? Pusiste gesto amoroso Al primero; Al segundo el rostro hermoso Le volviste placentero, Y con doloso Sortilegio en tu prisión Entró un tercer corazón; Viste a tus pies tres galanes, Y diste, al verlos rendidos,...
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