A flor de piel: 19

A flor de piel de Antonio de Hoyos y Vinent Libro tercero Capítulo I Hamlet. -...No ha sido sino la sombra de un sueño. SHAKESPEARE. En la gloria de la tarde angélica Astarté moría. Ocupando el centro de minúsculo parterre de lirios alzábase la peña. Sentado sobre ella, un anciano, el Tiempo, contemplaba indiferente su reloj de arena. A los pies del peñasco la diosa agonizaba. Sus ojos entreabiertos apenas si dejaban adivinar las turbias esmeraldas que en sus pupilas brillaban mortecinas; su boca, contraída en espasmo agónico, era dolorosa, y en sus facciones fieramente bellas había una expresión de vencimiento, de derrota, de impotencia, de aniquilamiento inmenso. Su cuerpo de alimaña fabulosa retorcíase en un desquiciamiento supremo, y de sus tentáculos unos yacían inertes, otros tremolaban al aire, como si en su fenecer quisieran hacer una postrera presa. Debajo del grupo, y escrito en letras de bronce, se leía: «La muerte de Astarté»; y más abajo...

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