A flor de piel: 06

A flor de piel de Antonio de Hoyos y Vinent Capítulo V Momentos había en que parecían mirarnos desde lo alto de una torre. MAETERLINK. -Rosas... Son las últimas... Y con ademán pleno de gracia, Baby dejó caer dos pobres rosas de otoño, pálidas y fragantes, sobre la falda de su madre. Ella le atrajo hacia sí, y apartando los cabellos color de lino, que caían sobre la frente lívida, le besó con unción devota. -No te canses, mi vida. -No. Estoy mejor, mucho mejor. Y sonrió con aquella su sonrisa de melancolía infinita. Después desasiose de las manos maternas, y avanzó por entre las calles de bojes. A pesar de sus trece años, apenas había variado. Su cabeza enorme, de linosos cabellos, se bamboleaba, siempre sobre sus hombros estrechos. En su faz de cera, los ojos azules, muy claros, eran raramente bellos, con una tristeza resignada, llena de bondad, que parecía nacer de la certeza de algo que los otros ignoraban, y en sus labios pálidos flotaba una...

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