XVI. De lo que les pasó a los que quedaron en Xicalango y su venida para Tabasco
El río de piedras que da nombre a Teapa y atravesaron los frailes. Salidos los religiosos de Xicalango, el padre vicario y los demás que con él quedaron, prosiguieron la obra de remediar los libros; y, aunque fue mucho lo que se perdió, pero todavía se remedió mucho con mucho trabajo. Digo de lo que pareció, que fueron diez o doce cajas; de las demás nunca hubo memoria. En este mismo tiempo siempre anduvieron fray Pedro y fray Cristóbal con un seglar por aquellas ciénagas y lagunas y costas de mar, buscando con los trabajos ya dichos y otros mayores. Porque los mosquitos los comían de noche, a las veces dormían en tierra metidas las piernas en el agua y así a las veces, con todo el calor que allí hace, dormían pegados a la lumbre con grandes humos que, por otra parte, no los dejaban dormir. Otras veces sobre unas paleras muy altas por miedo de los tigres que robaban por allí a los hombres aún de sus casas. Y algunos días acudían a comer a un pueblecillo que se...
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