Castellón El 4 de febrero de 1912 Luis Tramoyeres Blasco eleva una instancia al ministro de Instrucción Pública en la que solicita que se le conceda hacer el Catálogo de Castellón ya que tiene la experiencia de haber redactado varios trabajos de investigación artística y arqueológica; además, es académico y secretario de la Real de San Carlos, vocal-secretario de la Comisión Provincial de Monumentos de Valencia, correspondiente de las de la Historia y San Fernando, miembro de otras corporaciones análogas de España y del extranjero; por último alega que se ha consagrado especialmente a la investigación de los restos epigráficos, arqueológicos y artísticos de la región levantina y tiene conocimientos necesarios para la práctica de la fotografía y el dibujo, por lo que cree estar perfectamente preparado para ello. La Comisión da el visto bueno el 4 de marzo y es nombrado definitivamente el 9 de agosto con ochocientas pesetas por ocho meses. El 12 de abril de 1913, antes de transcurrido el año, consciente de que es imposible cumplir los plazos previstos, solicita una prórroga, alegando que es una provincia montañosa y abrupta por lo que «las operaciones de catalogación, no solamente resultan lentas, sino que ocasionan dispendios extraordinarios », por lo tanto necesita al menos cuatro meses más y, además, subvencionados. El Ministerio le concede los cuatro meses, pero desconocemos si se los pagaron, pues sólo constan las cuentas de los ocho meses previstos.[1]