Llovizna cósmica
SILBIA LÓPEZ DE LACALLELa atmósfera terrestre nos protege de ellos con la misma eficacia que un muro de hormigón de cuatro metros de ancho, pero los rayos cósmicos se las arreglan para aterrizarEn el espacio ocurren cosas extrañísimas: pedazos minúsculos de materia que viajan casi a la velocidad de la luz chocan todos los días con la atmósfera terrestre, se descomponen en otras partículas secundarias y éstas, literalmente, nos atraviesan. Aunque ni las vemos ni las sentimos: si alzamos la mano durante diez segundos, unas doce partículas la traspasarán, y nosotros tan contentos.Un descubrimiento azarosoPara conocer un poco mejor a estos inofensivos atacantes, denominados rayos cósmicos, tenemos que remontarnos a principios del siglo pasado: el físico neozelandés Ernest Rutherford se hallaba inmerso en sus investigaciones sobre el fenómeno de la ionización, o proceso por el que un átomo, al perder un electrón, adquiere carga positiva. Rutherford descubrió que,...
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