«Juntos, pero no revueltos»

02/10/2013 6.740 Palabras

[1] Tras la espera, finalmente, comenzaron las clases. Las y los escolares de tres años se repartieron en dos aulas contiguas y comunicadas a través de una puerta. El grupo de valenciano tenía seis alumnos, todos payos. Yo entré y permanecí discretamente con los cinco alumnos que, por el momento, componían el grupo de castellano (tres niñas y dos niños). Como ya he comentado, eran todos gitanos, excepto un árabe que tenía dos hermanas de seis y ocho años, también alumnas del colegio. La maestra, una vez en clase, les dejó que jugaran con unas frutas de plástico, un carrito de la compra y algunos juguetes más. Me explicaba que, jugando, tomaban un poco de confianza. Les trataba con mucho cariño, les cogía al brazo, les daba algún beso, les hablaba bajito y en tono muy afectivo. Les preguntaba el nombre y les decía el suyo solicitándoles que lo repitieran uno por uno, pero no todos lo hacían porque, aparentemente, no estaban igual de receptivos. De todo este...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info