¿Quién fue Homero? ¿Un poeta ciego nacido en Quío?, ¿en Esmirna?, ¿un nombre mítico que designa varias generaciones de aedos? Una cuestión debatida durante más de dos siglos y aclarada sólo recientemente. Se ha podido registrar a los últimos creadores de relatos épicos en Creta y en Yugoslavia. Conservaban un margen de improvisación dirigiendo el orden y la resolución de los episodios. Eran virtuosos en el arte de bordar determinadas escenas «clásicas»: desfiles, combates singulares, funerales, embajadas. Poseían una vasta cultura: mitos, gestas reales, geografía, artes marciales, etcétera. Respecto a las epopeyas homéricas, todo parece indicar que, hacia el s. VIII o IX, un artista soberbio, que trabajaba con estos materiales, los habría unificado, refinado y enriquecido con toda clase de resonancias internas. En seguida este artista habría eclipsado a sus rivales, hasta el punto de que las demás epopeyas griegas se han perdido.